sábado, 12 de abril de 2014

Merengues

    En general procuro no hacer recetas que necesitan "solo yemas", o "solo claras", porque me molesta mucho quedarme con parte del huevo ahí esperando a ser utilizado. Pero claro, si queremos hacer una crema pastelera rica o un cheesecake  no nos queda otro remedio.

    Una de las cosas que suelo hacer para aprovechar claras es preparar unos buenos merengues, de esos tiesitos por fuera y  cremosos por dentro que antes vendían en muchas pastelerías (¡nada que ver con la cosa pegajosa y con sabor artificial que se vende ahora!)

    Son muy fáciles de hacer, y además podemos escoger si hacer los clásicos sin nada, añadir vainilla, o darles sabor café. Yo los suelo hacer de café porque son los que más me han gustado siempre.

Hechos "a mano"
Hechos con manga pastelera

Ingredientes:

  • 3 claras
  • 200 gr. azúcar glas
  • Opcional: Un chorrito de esencia de vainilla, o una cucharita de café soluble disuelta en una cucharada sopera de agua.

Preparación:

1. Poner las claras y el azúcar en un cazo y remover un poquito hasta que estén mezclados.
2. Colocar el cazo a fuego bajo y antes de que empiece a hervir batir con la batidora a baja velocidad. (vigila que no se queme el fondo)
Punto justo para empezar a batir

3. Ir subiendo la velocidad de la batidora hasta llegar al máximo. El merengue irá cogiendo consistencia  y creciendo.
4. Cuando el merengue ya tenga bastante consistencia pero aún no está demasiado tieso añadir -si se quiere- la vainilla o el café y seguir batiendo hasta que las marcas que se hacen con las varillas al batirlo no se quiten. 
Cuando añadimos el café el merengue ya tiene cierta consistencia,
aunque aún no como debe estar al final

Vemos cómo se quedan las marcas de las varillas
y no se deshacen, ese es el punto adecuado.

5. Colocar un papel para hornear en la bandeja del horno y formar los merengues al gusto: se puede hacer con una manga pastelera o simplemente con la cuchara. A mi me gusta con la cuchara porque le da un aspecto más rústico. Hay que dejar algo de espacio entre ellos porque crecen un poco.

Como se puede ver, conservé las espirales dejadas por las varillas
 porque me parecieron bonitas, pero el resto es a sentimiento.
6. Meter en el horno precalentado a 100ºC durante una hora.

Después del horneado, se ve cómo han crecido.


Así de cremosos quedan por dentro

Mientras se hornean, se forma un sirope que a veces sale hacia fuera.

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